PERFIL

miércoles, 30 de septiembre de 2009

La caja de cristal - primera parte


Los rayos del sol comenzaban a iluminar la aldea esa mañana y comenzaban a asomarse a las ventanas de cada familia acariciando sus rostos con su calida luz, anunciandoles que un nuevo dia habia comenzado y poco a poco todo se iluminó y cada familia comenzó con su rutina diaria; los jovenes al colegio, las amas de casa a comprar y a ordenar la casa y los hombres a trabajar al campo. Por generaciones la vida habia sido asi, siempre la misma rutina dia tras dia, año tras año y la gente estaba tan acostumbrada a vivir a tal punto que nadie habia dejado la aldea desde que fue fundada hacía muchos años atras, tantos que ya ni se acordaban cuantos años habian pasado desde entonces. Todos se conocian, todos confiaban el uno en el otro, nadie pasaba hambre, todos eran felices, pero lo curioso de este lugar era que nunca recibian visitas, de hecho nunca recibieron visitas, era como vivir en una burbuja. Como en toda burbuja al no tener visitantes y al no haber visitado nuevos lugares los habitantes de éste lugar desconocian por completo lo que habia mas alla de los limites conocidos impuestos por los fundadores del lugar conocidos como "el mar y las montañas", tampoco sabian su procedencia, creian ser los unicos habitantes del lugar, pero vivian tan bien y en paz que nada de esto les preocupaba en absoluto. No les interesaba saber si pasando los limites habia algo mejor o peor, no sentian curiosidad siquiera porque estaban demasiado comodos viviendo en su ignorancia. A pesar de su ignorancia, ellos sabian leer y escribir, tenian un diario propio donde se escribian historias, donde se narraban los acontecimientos del dia y todo aquello que podia ser interesante como el reporte del clima para los dias siguientes, los nacimientos y defunciones, casamientos, cumpleaños, aniversarios, festivales y demas. Tambien tenian un sistema educativo donde los niños eran preparados para el futuro no solo aprendiendo a leer y a escribir si no tambien aprendiendo de la naturaleza y cuando llegaban a la adolescencia se los preparaba a los varones para trabajar la tierra o en el mar y a las mujeres en tareas domesticas de todo tipo y al finalizar los estudios se hacia un festival con el propósito de encontrar a la pareja ideal y casarlos al año siguiente en el mismo festival o por lo menos esa era la idea. Esa mañana de primavera Serafina se levantó como toda mañana, de contextura delgada, cabello rubio y ondulado y ojos color marron brillantes, se vistió con su vestido verde agua, desayunó y partió hacia el colegio. A los dieciseis años ya se es considerada una señorita por lo tanto el horario y las clases de Serafina comenzaban a ser mas estrictas. Esa mañana iba a comenzar a aprender a trabajar la lana, a tejerla y a teñirla, afortunadamente nunca faltaron los animales en ese lugar por lo tanto tenian ovejas listas para esquilar y comenzar a trabajar. Ese dia fue muy cansador, la oveja de Serafina era tan inquieta que le llevó todo el dia intentar esquilarla asi que al terminar el dia ella decidio dar un paseo por la playa y sentarse a mirar las olas ir y venir en unas rocas donde solia descansar. Mientras se dirigia a ese lugar algo llamó poderosamente su atención, era algo que nunca habia visto, algo que sabia que no pertenecia a ese lugar...pero ¿Cómo? ¿acaso no eran los unicos? Se acercó desconfiada pero con mucha curiosidad hacia ese "algo" que la marea habia traido. Cerrada y de color marron oscuro yacia entre las rocas una valija. Probablemente de algun naufragio solo que ella desconocia completamente de donde venia todo eso. Miro la valija, dio vueltas a su alrededor y luego de pensarlo decidio abrirla. Dentro de la valija Serafina encontró vestidos, hermosos vestidos, los encontraba tan hermoso que ella nunca hubiese sido capaz de imaginarse algo asi. Con toda delicadeza coloco los vestidos sobre las rocas para que el sol los secara y siguió con su busqueda.

Por primera vez sentia que el deseo de querer saber mas la invadia. ¿De donde venia todo eso? Su cabeza se lleno de preguntas y siguió buscando en la valija las respuestas a todas esas inquietudes que sentia. Encontró tambien papeles mojados que ya no servian porque la tinta se habia corrido y eran imposibles de leer pero lo que mas le llamo la atencion fueron las fotografias que encontró y que el agua del mar no habia alcanzado a destruir. Sus ojos se abrieron aun mas cuando vió en esas fotografias grandes ciudades llenas de colores, peronas por todos lados muy diferentes a ella y a su gente, todo un mundo nuevo que para ella parecia irreal. Eran solo siete fotografias pero Serafina las iba pasando una y otra vez como si fueran miles y por primera vez se hizo la pregunta que quizas nadie se atrevió a hacer jamas ¿qué habia mas alla? Serafina sabia bien que debia mantener en secreto su tesoro ya que podria traer problemas. Sabia que corria el riesgo de que no acepten lo que ella decia o que le quiten su tesoro por lo tanto decidió esconder todo y comenzo por guardar las fotografias en la valija cuando se dio cuenta que dentro de la valija habia algo mas...una pequeña caja de cristal.

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