PERFIL

viernes, 25 de septiembre de 2009

Eclipse


Hubo un tiempo en el que El Rey Sol y La Reina Luna gobernaban juntos el mundo. Ambos estaban tan enamorados que no había un solo momento en el que estuvieran separados, se complementaban el uno al otro ya que La Reina Luna junto al Rey Sol era mas brillante y El Rey Sol junto a la Reina Luna se volvió menos sofocante. Ambos amaban dar largos paseos al rededor del mundo juntos y las personas que vivían en el se sentían a gusto ya que ambos eran reyes justos que pensaban en la felicidad de sus súbditos. Mientras el tiempo pasaba las condiciones del mundo comenzaron a cambiar. Debido a que el Rey Sol no brillaba lo suficiente, las plantas dejaron de crecer y los alimentos comenzaron a carecer entre las personas así que todos ellos se reunieron y le pidieron al Rey Sol que se separe de la Reina Luna solo por un periodo de seis meses, tiempo suficiente para que las plantas vuelvan a recuperarse y las personas puedan abastecerse de alimentos nuevamente, y luego ellos podrían volver a estar juntos hasta que la crisis vuelva a aparecer. Ambos reyes pensaron todo el día en esta propuesta y decidieron hacer lo mejor para que sus súbditos sean felices sabiendo que seria muy difícil para ambos estar separados, aun así prometieron escribirse todos los días haciendo de las nubes sus cómplices y mensajeras y la Reina Luna prometió encender su luz interna en señal de que lo estaría esperando hasta su regreso. Y así, luego de este intercambio de promesas el Rey Sol partió hacia el otro lado del mundo. La Reina Luna brillaba blanca como una perla en lo alto del cielo en medio de la oscuridad nocturna y el Rey Sol brillaba con todo su esplendor mostrando toda su hermosura durante las horas del día, tanto así que las nubes se enamoraron de la belleza del Rey Sol y solo querían estar a su lado y por otro lado envidiaban la belleza de la Reina Luna y comenzaron a sentir celos de ese amor que se tenían el uno por el otro al punto de cansarse de entregarle las cartas que el Rey Sol le enviaba todos los días. Los celos de las nubes eran tan grandes que comenzaron a susurrarle a la Reina Luna que el Rey Sol la estaba engañando con Venus, el planeta mas hermoso y femenino de la galaxia y al Rey Sol le dijeron que su reina se había enamorado de Júpiter, el planeta mas poderoso y que ahora formaba parte de su harem de lunas. Las cartas dejaron de enviarse y las nubes cumplieron su objetivo principal y se quedaron junto a su amado Rey Sol, pero a pesar de todo el Rey Sol se sentía solo y le prometió a sus súbditos quedarse con ellos para siempre y dedicarse a ellos para que la crisis alimenticia no vuelva a ocurrir. Por otro lado la Reina Luna se entristeció tanto que comenzó a llorar y tan grande era su tristeza que de sus lágrimas nacieron estrellas que cubrieron todo el cielo. Una noche de primavera mientras la Reina Luna lloraba una estrella fugaz se escapo y cruzo todo el firmamento hasta llegar al Rey Sol y éste al ver a la estrella no dudo un segundo en volver para ver a su amada, pero pronto el recuerdo de su promesa lo detuvo y se lamento mucho por no haber vuelto antes y por no haber confiado en su reina, aun así decidió escaparse para ir a verla aun sabiendo que no tenia mucho tiempo para estar con ella. El Rey Sol emprendió el camino de regreso con su amada y la encontró triste, pero brillante como lo había prometido y mas hermosa que nunca. La Reina Luna al verlo volver corrió hacia el y ambos se unieron en un abrazo que duro unos minutos pero fueron los suficientes para que ambos vuelvan a ser felices, pero la realidad era que el Rey Sol había hecho una promesa que no podía romper y debía volver al otro lado del mundo. Ambos prometieron volverse a ver, nunca saben cuando pero por lo menos dos veces al año el Rey Sol deja su puesto y corre a los brazos de su amada Reina Luna quien lo espera con su hermosura y su brillo propio como lo prometió desde un principio porque a pesar de todo ella nunca apagó su luz y siempre lo estuvo esperando.

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