Momentos estudiantiles...

Entre libros, cuadernos y fotocopias ella se preguntó..."¿por qué? ¿por qué eso de rendir a las siete y media de la mañana? ¿acaso no había otra mejor hora para poner un examen? ¿acaso no saben que necesitamos las horas de la noche para dormir y las de la mañana para repasar? ¿o acaso esa es la manera que tienen de castigar a aquellos que nos llevamos finales?" Sea cual sea la respuesta a sus preguntas esa noche estaba destinada a pasarla en vela repasando, re-repasando y re-re-repasando una y otra vez los apuntes hasta perder la noción del tiempo, hasta que las neuronas se apaguen, hasta que las letras pierdan el sentido, hasta que todo pierda el sentido y solo se vea una mesa desordenada, una taza de chocolatada vacía, la compu proyectando anime y una hoja blanca con manchas de tinta a simple vista donde se supone que hay un resumen escrito. Mencionar la palabra "dormir" antes de un examen es casi imposible, y digo "casi" porque todo depende del horario en el que te toque rendir. Por ejemplo; supongamos que toca rendir a las dos de la tarde, es un lindo horario, te quedas repasando hasta las dos de la mañana, dormís hasta las cinco, repasas un poco mas, dormís de siete a diez o diez y media volves a repasar hasta las doce, almorzas y volves a leer antes de salir. El problema es cuando el examen es muy temprano por la mañana...dormir se torna imposible! y si dormís te despertas cada cinco minutos para mirar el despertador, no sea que te quedes dormido! o soñas con las definiciones que te tenes que aprender y entre sueños te preguntas...era así?? y es tan grande la duda que terminas agarrando los apuntes para leer porque...ES MAS FUERTE QUE VOS! Nervios, estres, insomnio, dudas, inseguridad, cansancio,hambre, resinación, sueño todas y en ese orden... Y conforme el tiempo pasaba la hora limite se iba acercando y ella sentada con la mesa desordenada, la taza de chocolatada vacía, la hoja donde solo distinguía manchas de tinta y la resinación típica de un estudiante bajo presión, lleno de estres, esperando que pase rápido la última media hora para salir de la casa y dejar impreso en el papel el esfuerzo y las noches en vela transformadas en respuestas a una serie de preguntas seleccionadas al azar.